En el libro Mente completamente nueva, Daniel Pink plantea una audaz afirmación de que la era de la dominación de las mentes científicas ya ha pasado. El futuro pertenece a un tipo diferente de personas con un tipo diferente de mente: diseñadores, inventores, maestros, narradores, es decir, pensadores creativos y empáticos de hemisferio cerebral derecho.
Esto puede resultar difícil de aceptar para los gerentes y hombres de negocios, en cuyo mundo los datos, la lógica sólida y los resultados significativos son importantes. Sin embargo, al analizar el desarrollo de los países en los últimos años, observamos una creciente participación de los sectores creativos en la creación del PIB, donde la producción de bienes y servicios se basa en la creatividad individual.
Esto significa que vale la pena considerar nuevas ideas para dirigir un negocio, ideas que antes serían rechazadas fríamente. Una de ellas es precisamente utilizar el storytelling para construir la imagen de la empresa (recordando, por supuesto, mantener las reglas estratégicas de branding, como cuidar de una imagen de marca coherente para que la imagen de la empresa llegue directamente al corazón del grupo objetivo).
Según Seltzer y Bentley en The Creative Age, en nuestra era de rápidas transformaciones, los recursos que determinan el progreso y el desarrollo son el conocimiento y la creatividad. Esto incluye la capacidad de generar y aplicar conocimiento en diversos contextos, de resolver problemas específicos de una manera nueva. Uno de estos contextos es la construcción de una imagen positiva de marca.
Por otro lado, entre las competencias clave de la clase creativa se encuentra el storytelling, es decir, la capacidad de crear y desarrollar una narrativa atractiva. De esta manera, podemos cuidar nuestra imagen y, a través de herramientas como las relaciones públicas, construir una imagen positiva de nuestra marca; cuidar las relaciones con los clientes o establecer bases estratégicas sólidas antes de diseñar un sitio web.
En resumen, se trata de comunicarse de manera que aumente el reconocimiento de nuestra empresa al construir la imagen de marca. Este enfoque de acción también fortalecerá nuestra posición en el mercado. El proceso estratégico de comunicación debe ocurrir antes del plan de marketing, utilizado por ejemplo en las redes sociales, para que, como siempre digo, todo sea coherente. Debemos saber qué y por qué debemos comunicar constantemente, ya que el marketing se basa en esto, y no, como muchos creen erróneamente, en decir algo diferente cada vez.
La historia puede ser descrita con las palabras de David Boje como "una comunicación oral o escrita [y en mi opinión también visual] que involucra a las personas en la interpretación del pasado o la experiencia acumulada". La idea misma de transmitir historias existe desde hace tanto tiempo como el ser humano, y sus diferentes formas se pueden encontrar en mitos, leyendas y religiones de todo el mundo.
Me referiré también a las palabras de Robert McKee y Archa Woodside:
La historia no solo permite transmitir una gran cantidad de información, sino que despierta emociones y energiza al oyente. La persuasión a través de historias es difícil. Cualquier persona inteligente puede preparar una lista de argumentos racionales. Para preparar un argumento basado en la retórica convencional se necesita lógica, pero no mucha creatividad. Pero para presentar una idea de manera tan poderosa que se recuerde durante mucho tiempo, se necesitan habilidades especiales.
La efectividad de las historias en diferentes aspectos de la vida humana lleva a buscar formas de utilizar esta forma de comunicación en la gestión de una empresa, especialmente en áreas relacionadas con la comunicación de valores de la empresa o marca.
No es sorprendente, por lo tanto, que la efectividad de las historias en diferentes aspectos de la vida humana lleve a utilizar esta forma de comunicación en la comunicación de valores de una empresa o marca. Gracias a su energía y emociones, podemos involucrar a los clientes potenciales en la comunicación de marketing y responder a sus preguntas sobre qué es la imagen de una marca en Internet o en vallas publicitarias.
El mensaje principal de una historia es su moraleja. Podemos definirlo como una verdad universal conocida por las personas. Vale la pena recordárselo a los receptores de vez en cuando para mantener ciertos valores.
Por ejemplo, en las campañas de la marca Mastercard (Priceless), la moraleja es que hay cosas que no se pueden comprar con dinero. En las campañas de The Economist, se puede ver la moraleja de que vale la pena desarrollarse a lo largo de la vida. Por otro lado, en las campañas de la marca Dove (Real Beauty), la moraleja es que la belleza tiene muchas caras.
¿Cuál es tu moraleja? ¿Qué quieres decir y por qué es tan importante? ¿Quién eres? Tal vez valga la pena volver a las raíces de vez en cuando y pensar si no estamos hablando a una pared (a un grupo de receptores que solo existe en nuestras mentes, que no existe) y estamos desperdiciando el presupuesto?
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