¿Trabajas en el sector B2B y quieres conseguir nuevos clientes? ¿O tal vez tienes un producto o servicio interesante pero no puedes llegar a tu público objetivo? Las acciones de correo electrónico en frío pueden facilitarte la tarea. Puede que pienses que es spam, pero mucho depende de la estrategia. Si no la creas, tus acciones realmente serán en vano y serán consideradas spam por los destinatarios.
El correo electrónico en frío es una herramienta utilizada en el marketing para adquirir clientes potenciales de forma electrónica. Los correos electrónicos en frío suelen ser el primer paso para establecer una relación con el cliente. Por lo tanto, es importante captar el interés del destinatario desde el principio con tu producto o servicio. El correo en frío es un mensaje personalizado y eso es lo que lo diferencia del spam. Si está bien preparado, no será ignorado por el destinatario.
El correo electrónico en frío puede adoptar diferentes formas. Sin embargo, todos tienen una característica común, que es la estructura del mensaje.
Tipo BAB, es decir, antes-después-puente. Es un mensaje formulado de tal manera que se identifica el problema, se presenta la situación ideal y, al final, se muestra la solución.
Tipo PPP, es decir, precio-imagen-impulso. En este tipo de mensaje, se aprecia al destinatario al principio, luego se relaciona el producto con la actividad del destinatario y, finalmente, se indican los beneficios de utilizar tu oferta.
Tipo PAS, es decir, problema-agitar-solución. En este tipo, se trata de mostrar comprensión del problema del destinatario. Luego, se presenta el producto o servicio y se explica cómo resolverá el problema del cliente.
Tipo AIDA, es decir, atención-interés-acción. Al principio, el mensaje se centra en la actividad del destinatario para mostrar que ya hemos trabajado con clientes en esta industria. Luego, se deben indicar los beneficios de colaborar y, al final, se debe instar a la acción.
Tipo SSS, es decir, estrella-historia-solución. Es un modelo de correo electrónico en frío que comienza mostrando tu oferta. El siguiente paso es contar una historia relacionada con el destinatario. Al final, se muestra la solución al problema del destinatario.
Mensaje de bienvenida: este es el primer paso para establecer contacto con un cliente potencial, por lo que no debe ser un anuncio de tu producto o servicio. En lugar de utilizar un lenguaje de venta, utiliza un lenguaje de beneficios para describir tu producto. Sin embargo, no te centres solo en las ventajas. Trátalas como información adicional. Pero presta atención a personalizar el mensaje, expresar el deseo de conocer las necesidades del destinatario y contar algo sobre ti o tu empresa en pocas palabras.
Valor añadido: después de 3-4 días del primer correo electrónico, puedes ofrecer algo gratuito a tus destinatarios. Puede ser un libro electrónico, una guía de bricolaje, una invitación a un seminario web. Piensa en algo que puedas hacer de forma gratuita para el cliente potencial. Si puedes ofrecer más, después de otros 3-4 días, envía otro correo electrónico con un valor añadido.
Correo electrónico de ruptura: si el destinatario no ha respondido a tus mensajes y no se ha puesto en contacto de ninguna otra manera, envíale un correo electrónico en el que muestres comprensión de que no necesita tu producto. Al mismo tiempo, enfatiza que siempre puede ponerse en contacto contigo. También puedes incluir enlaces a tus redes sociales, donde podrá seguir tu actividad, o un enlace para suscribirse a tu boletín.
Antes de enviar correos electrónicos en frío para adquirir clientes, debes conocer las regulaciones relacionadas con los datos personales. Estas cuestiones están reguladas por el RGPD. Resulta que no se puede enviar un correo electrónico a cada dirección encontrada en el sitio web de una empresa, especialmente si el objetivo del mensaje es presentar información comercial. Sin embargo, se puede enviar un correo electrónico en el que se exprese el deseo de establecer contacto. También debes prestar atención a la elección de la dirección correcta. No debemos enviar correos electrónicos a direcciones que contengan el nombre y apellido. Por lo tanto, tampoco se recomienda enviar mensajes a empleados específicos de una empresa. Es mejor elegir direcciones generales que no contengan datos personales.
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